...tequila in my heartbeat, my veins burned gasoline...
Desde hace unos días, quizá meses, no soy el mismo, no es algo que hayáis podido notar, creo...espero. Es probable, que la continuidad del proceso os lo haga inapreciable, pero eso no significa que no esté avanzando, inexorable. Sus estragos ya se han hecho notar, y es por eso que he dedicado esta entrada - probablemente la más importante que veáis aquí -, a mi mismo. Porque necesito tener la seguridad, de que aunque mi cerebro esté marchitándose, tendré constancia de lo que fui, y de lo que lamentablemente soy(la facultad de la lectura espero no perderla), mas no es un llanto desorbitado, ni unas frases de apoyo, ni un reproche, ni mi última escritura. Solo me autoconfieso. La chispa neuronal amaina, los recuerdos me son menos recordados, mi teórica genialidad no alcanza a ser práctica. Y por tanto, soy imbécil. Una mala imagen extenuada de mi mismo.
Fúnebre futuro.
Cada gota un castigo.
Muriendo en vida.
Siendo yo mi asesino.
Mi más luctuosa decisión.