domingo, 25 de mayo de 2008

Dos anuncios calité.

Os dejo aquí un par de anuncios que son calité.




jueves, 22 de mayo de 2008

Eternidad e infinito. Vida

Infinito y eternidad. Vida.

Si hay tres vocablos que se las traen son Infinito y eternidad, eternidad e infinito, y luego vida. Os comento un poco acerca de este par de palabros, y del tercero, que se las traen, ambos, y el otro.

Infinito, ta.

(Del lat. infinītus).

1. adj. Que no tiene ni puede tener fin ni término.

“No tiene ni puede tener”. Tremendo. Reflexionemos. Yo estoy en mi casa, sentado en mi silla, enfrente de mi ordenador, y pienso en algo lejano. Pues infinito está infinitamente más lejos. Joder, ¿tan lejos? No, aún más. Es más, aunque me leyerais desde vuestros ordenadores, en vuestras sillas, en vuestras casas, y éstos estuvieran vectorialmente más cercanos a ese supuesto punto infinitamente lejano, seguiríais infinitamente lejos del infinito. Y aunque cambiase/ cambiaseis el sentido, y mantuviéramos la misma dirección, el infinito quedaría igualmente…a una distancia infinita.

Eternidad.

(Del lat. aeternĭtas, -ātis).

1. f. Perpetuidad sin principio, sucesión ni fin.

“Entendiendo” (entre comillas, pues no podemos entender) la eternidad como un caso equivalente de infinito, pero en el aspecto temporal. Nothing lasts forever, narran muchas canciones. Y nada lo es, salvo la Eternidad. Que es muy eterna.(El hablar de que nada dura para siempre, nos llevaría a analizar otro concepto, “nada”, pero eso lo dejo para otro día). Paralelamente a lo que ya he dicho acerca del infinito, si bien no éramos capaces de imaginar una distancia suficientemente grande para acercarnos al infinito, cualquier temporalidad que pensemos, es totalmente absurda frente al “siempre”. Antes de lo que consideramos “historia” hay una eternidad. Después de nosotros, otra. Y eso que las eternidades son incontables.

Vida.

(Del lat. vita).

1. f. Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee.

En un sentido más poético-romántico-idealista, y menos biológico, podemos considerar la vida humana, como el periodo de tiempo (absurdo frente a la eternidad) transcurrido desde que empezamos a existir (“existir”, otro concepto que es analizable, también para otro día), hasta que morimos; teniendo en cuenta todas y cada una de las cosas que nos pasan/hacemos/vemos/sentimos/… (Cantidad minúscula frente a la infinidad).

Por tanto, mi vida es un paseo en el que ocupo ínfimas fracciones de infinito, y de eternidad. Sin embargo, mi entendimiento carece de la capacidad de comprender estos términos, y solo puedo llegar a tomar y existir en aspectos diferenciales de los mismos.

No obstante, “sé” que te quiero infinitamente, y cada vez que pienso que no puedo vivir toda mi vida a tu lado (de hecho he perdido aproximadamente la posibilidad de una quinta parte de ella), actúa en mi cuerpo un campo tal que produce una fuerza equivalente a la muerte en vida. Al no existir. Al no vivir.

Pero entonces te veo, y sé que tengo que exprimir cada momento a tu lado, hacerlo eterno, y olvidar el infinito para solo existir nosotros dos. Que se joda todo lo demás. Que a tu lado seis meses se me antojan cortos, y la distancia cuando no estamos juntos se me hace infinita. Que mi vida sin ti sería eterna. Y que si siempre hubiésemos estado infinitamente lejos, eternamente, no habría vivido.

Te quiero lady, y que se oscurezca la luz.