viernes, 26 de noviembre de 2010

La luz se oscurece

Muerte, renacimiento, muerte.

Fin del ciclo.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Delirio irreal

Hasta hoy, siempre os había mentido al hablar de delirios, al describirlos, al usarlos...


Delirio (i)real.

Son las cinco y me despierto en la noche. O supongo que me despierto y son las cinco. En realidad no lo sé, y la correción temporal no me preocupa. Como si hubiese escapado de una pesadilla, levanto la espalda ahogando un grito, abriendo los ojos como platos, en la más negra oscuridad.
Voy al baño y me miro en el espejo. El olor de mi sudor aterra a mis ojos. Mis ojos cerrados por parpados de plomo. Me lavo la cara y veo con más claridad algunas palabras de ayer. No miento, anoche todos los sentidos entraban por los ojos. Y duele. Duele mucho. Todo a mi alrededor se convierte en pinchazos en la cabeza. Mueca de dolor. ¿O cara de poker?, no lo sé, no lo recuerdo bien. Quizá no ha pasado nunca, o pasará mañana.

El dolor es inaguantable, asi que busco algo a lo que asirme. Encuentro en el toallero un apoyo viable. Pero caigo, y caigo, y caigo. Caigo para siempre. Y ahora estoy en la taza del WC sentado, con una mano agarrando de modo ferreo el toallero. La cabeza me cuelga del cuello, como un conejo cuelga muerto del cinturón de un cazador. Babeo el suelo mientras miles de palabras torturan mis ojos, a veces son frases, otras son simples palabras de dudoso contenido, algunas veces es mi voz la que me destruye, otras son amigos o familiares, otras son voces que no he visto nunca; "lo hago mañana mamá", "...a las 6 nos vemos ¿vale?", "miedo", "mandarinas."

Escuchado. Nunca las he escuchado
No te puedes dejar vencer Alex, levantate y lucha. Mis ojos dejan de delirar y fijan un punto en la tiniebla, supongo que mi mirada expresa determinación. Hago amago de limpiarme las babas ¿Soy un puto borracho o un niño de teta? y me encuentro la boca seca. Tampoco he manchado el suelo. Me siento mucho más letal.
Me levanto y ando por el pasillo hacia la cocina en busca de una botella de agua. El camino, en su corta extensión se hace maratoniano. Si, solo necesito un trago de agua y todo estará bien...

...y entonces veo el agua, avanza hacia mis ojos y me los golpea, una vez, dos veces, tres veces.
Entro a la despensa y cojo la botella con la cabeza a punto de estallar, golpeo ollas y rompo botes de especias, bebo con ganas, y más de lo que bebo cae por mi cuello; bebo con avidez y voy a necesitar cambiarme de pantalón y camiseta. Al girarme para salir, entiendo que he cometido el mayor error en años.

Es la cocina, y ahora los olores se suman a las palabras(y a las imagenes, claro) en el asedio a mis malditos ojos. Masacre ocular. Cientos de cuchillos rebanan mi cabeza en finas lonchas.
Una vez en mi habitación, siento más sed, mucha sed otra vez y busco la botella de agua. Juraría haberla traído de la cocina, pero menos tiempo pierdo si voy a la cocina a por otra.
Entro a la despensa, la agarro, doy los primeros tragos allí, y literalmente, baño mi ropa. Al girarme para salir, entiendo que he cometido el mayor error en años. Masacre ocular. Algo se come mi cerebro desde dentro.

Una vez en mi habitación, siento más sed, y con sensación de deja vu vuelvo a la cocina.
No sé en cual de las veces, me doy cuenta de que llevo un buen rato realizando la ruta delirante cocina-habitación habitación-cocina.
Pero no recuerdo donde están las botellas y mi ropa está seca. ¿De qué botellas hablo?, ¿no he quedado para ir a la biblioteca?, se me va a hacer tarde. Me quito el pijama y me extraño de ver lo empapado que está, parece mucho para ser sudor, pero lo cierto es que tengo mucha fiebre - pienso. Voy a avisar de que no voy a la biblioteca, me visto.
"lo hago mañana mamá", "mandarinas".

Sueño con palabras y duermo. O más bien duermo y sueño con palabras. Palabras que se ven. Palabras que arrasan.




Se me escapa la vida entre los dedos
labios envenenados de la noche
Febril, deliro en silencio absoluto
Las voces son imagenes
Lo real ya no lo es tanto
El absurdo asume su nuevo reinado
Yo no puedo aceptarlo y yazco en el suelo.



Alex de Leyenda 23-13-2010
Alex de Leyenda En cualquier momento

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Constante en el tiempo

Me derretía con cada una de tus palabras cariñosas
Suspiraba horas en la noche, por tu presencia
Renacía con cada contacto sencillo piel con piel
Temblaba al pensar que vería tu cuerpo desnudo
En tu ardiente fragua, quería ser incinerado

Solía ser así, y sigue siendo así 3(o 3 mil) años despúes.

martes, 23 de noviembre de 2010

Análisis fugaz de una mirada a ayer

Dije que se acercaba el invierno.
Tengo 39º de fiebre.

Me cago en to.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Análisis fugaz de una mirada al cielo

Tenía el corazón de piedra.
El tiempo nos cambia.
Se acerca el invierno.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Doble engaño moral con final feliz.

El otro día estuve reflexionando acerca de un tipo de producto, y me gustaría contaros lo que se me pasó por la cabeza como un destello de verdad, que quizá no lo sea.

Algunas empresas, sacan productos solidarios al mercado. ¿De qué se trata?. Tú compras dicho producto y del precio que pagas un % será destinado a una causa concreta. Por ejemplo los famosos peluches de Ikea, por cada peluche vendido, 1€ va para Save the Children y Unicef.




A priori es una iniciativa bonita, todo lo que sea ayudar está bien, y necesario.

Ahora bien, analicemos las partes, y para mayor simplicidad me centraré solo en el caso de los peluches:

¿Cuántos peluches habría vendido Ikea de ésta misma gama(cutrecillos) de no ser por la etiqueta de solidaridad? Las cifras de la donación son enormes, mucho mayor de lo que se podría esperar, asique imaginad las ganancias derivadas de dichas ventas. No entraré a cuestionar la buena publicidad que producen acciones como las que comento.

Cifras oficiales de las donaciones:
341.000€ en España. 5.3 millones de euros en el mundo.

Estimación de las ganancias de Ikea:
El precio va desde los 0.5€(me pregunto como se donda un 1€ de aquí)a los 17.95€.
Consideremos que se venden más de los baratos que de los caros, digamos, por decir un valor, que cada peluche cuesta 5€. 1€ se donaría. 4€ son de Ikea.
1.364.000€ en España. 21.2 millones de euros en el mundo.

¿Alguien cree que esa venta habría sido posible de no llevar la etiqueta de solidaridad? ¿No es entonces un engaño? Es una actividad totalmente lucrativa, con final positivo si, pero un engaño.


El consumidor no creo que esté menos exento. La idea de ayudar nos tranquiliza el alma, lava nuestra moralidad, semos mucho mas wenos si hacemos este tipo de adquisiciones, que por lo general son compras de "relleno". ¿No habría sido donar por nuestra cuenta ese dinero a cualquier ONG?, ¿O ayudar a alguna de tantas personas que están en nuestras calles?.


De las tres partes, la única que se libra a mi modo de ver es la beneficiaria de la donación, que precisamente es la que menos explicaciones tiene que dar, toda ayuda es poca.

Los comercios se lucran. Nosotros saneamos nuestra marchita moral