Tiempo perdido

Son las 3.56 A.M, como cada noche que puedo permitirme, estoy sentado en mi sillón, navegando, disfrutando la soledad del ser nocturno. No hay bullicio, ni calor, no hay nada. Solo yo.

Como sacrificio - siempre hay algo que debe igualar la balanza - pierdo las mañanas, una tras otra, quizá acabe olvidándolas.

Es mi decisión, mi tiempo perdido

Frustrante sensación el rechazo, frustrante, frustrante...

Una vez más la oscuridad se cierne sobre tus pensamientos, arrincona el cáncer interior y toda tu realidad se centra en él, está ahí, visible, impasible y por supuesto invencible, piensas, meditas, cavilas, no puedes hacer nada...
¿Qué es eso que suena?

Tu balada favorita, instintivamente e instantáneamente has encendido el programa reproductor, abierto la carpeta donde se encontraba esta, intro, escucha, suena.

Tus sentimientos a flor de piel.
¿Qué es eso que cae por tu mejilla?
Una lágrima, dos, tres... rocían e hidratan tu tez, desconoces, pero esta humedad que roza tu rostro te provoca escalofríos, uno tras otro.

Sin saber por que sigues frente a un cubo cósmica que te traslada a otra realidad, infinito, no haces nada, solo lo miras fijamente perdiendo la mirada en una infinidad de píxeles.

¿Estribillo?

El corazón te da un vuelco, escalofríos más intensos, tus dedos no reaccionan ha presionar unas palabras, frías palabras, que salen forzadamente ante un ¿qué tal?

Es extraño: dirás bien, no tienes confianza, dirás mal, pero te negarás en principio a contar tus penurias, tarde o temprano confesarás tu crimen de amor o amistad.

Ahora tus dedos estallan en frenesí, escriben prestos, veloces, raudos, lo sabes, esto te acelera aun más el corazón, estas absorto, nada existe tras de ti, ahí solo estás tú, contando tus sentimientos a una pantalla, que casi con total seguridad te citará alguna ocasión en la que se ha sentido igual. ¡Mentira...! ¡Son mis sentimientos!, de tus huellas saldrá un “Si, pero no es lo mismo”, no lo culpas, está intentando ayudarte, necesitas ayuda, lo sabes.
Olvidas sus palabras, estas otra vez tu solo, completamente solo, vuelves a mirar el vacío, te atrae, de fondo suena de nuevo el estribillo, te congelas, por supuesto tu dermis se vuelve de gallo y tu vello tiene cierta similitud con escarpias. No puedes escapar de este momento.

Pero escapas, voz interna, poderosa, ¡Cambiaré!, ¡Olvidaré! Pero no lo harás, no puedes, es una situación muy por encima de ti, de mi, o de ella.

Alex, 03/12/2004