Deberías disculparte. ¿sorprendida? te cuento el por qué: deberías disculparte por adquirir el monopolio de mis pensamientos, por deborar mi alma.
Te estoy agradecido. ¿Sorprendida?. te cuento el por qué: te estoy agradecido por adquirir mi corazón maltrecho y renovarlo, por deborar la sombra que siempre me ha perseguido. Y por recordarme cómo se sonrie.
Algún día encontraré el modo de devolverte todo que me has dado, es una promesa.
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