domingo, 22 de febrero de 2009

El cielo es el techo.

El cielo es el techo, la tierra es el camino
Los Suaves - Riazor Blues


Miro el techo, tumbado en mi cama, escuchando el tick de mi corazón, y el tack. Próntamente pasa lo que pasa, como el cielo que se viste y desviste. y caen, y caen.
De esta situación siempre me jodio que a veces, la miserable primera, resbala y se cuela en la oreja, ¡qué desagradable!. Para mas inri, ellas son como hormigas, funcionan en hileras - nunca vienen solas - y una tras otra hacen el mismo recorrido, siguiendo el surco de pelos escarpados y poros humedecidos, muriendo en la oreja que es su orilla. La espuma busca la piedra. Es así, simplemente.

Pero esta vez me he dado cuenta de algo curioso y feliz en esta maldita sensación. O bendita, pues la dichosa e incómoda es fuerte y te obliga al menos por un instante, a mentar a la madre de todas las lágrimas, y olvidar el origen de tu llanto



Supongo que al final todo tiene un motivo

1 comentario:

Shinobu dijo...

O a darte la vuelta porque ese lado de la cama, y esa mejilla, ya están demasiado húmedos/as, y entonces vuelta a empezar en el otro lado.

¿A quién no le ha pasado eso alguna vez?

=)